El aire que te viste y transfigura
el que te hace parecer lejano y triste
el que tapa cada uno de tus huecos y
me deja confundida,
ese que se pliega sobre el oxido de tus cadenas
y se arruga en tu garganta, collar de amarguras
del que me cuelgo.
El agua de tus palabras colándose entre mis dedos
y dejando en mis manos un sabor tibio y amargo.
La tierra que quedó escondida entre tus poros,
prendida y pegada a tus heridas aún sin cerrar;
Y por fin, el fuego,
que arde constante en tu mirada escondida,
tus lágrimas abrasan, su sangre quema y ciega
cualquier mano que se acerca a tus ojos
y pretende encontrarte entre tinieblas.
Dónde quedó el éter, suspendido,
la quintaesencia , tu energía oscura,
dónde, cuándo musitó el silencio a tus estrellas encendidas
y se expandió en el universo de tus culpas?
ana
Tous les matins du monde sont sans retour.