Ofréceme un beso, ese con el que sueñas, el que nunca diste.
Ese con los ojos tapados por el manto de la luz
y las cenizas.
Dámelo, sí, puede ser que yo lo entienda y lo acepte.
Ofréceme tus labios, esos que nunca vi.
Yo besaré los tuyos, como nunca antes lo hice.
Encenderé tu boca como volcán previsible.
Dame su fuego, su magma, su furia antigua,
sus grietas,
el planeta de tu cuerpo, cráter dulce y boca abierta.
Vulcano altivo, que honras destruir y renacer
dame tu beso, despierta, es la hora.
ana.