HANNI OSSOTT
Se duplican las letras como insistiendo en tu nombre
como queriennnnnnndo disolversssssse en tttttttti, ...
Hay en tu obra poética, términos recurrentes, emblemáticos, nudos del entretejido, dominios del vértigo creativo. Conjurar, exorcizar y sanar.
Ellos nos recuerdan, la herida fundamental, la desgarradura, el viento, la noche, el silencio y la nada.
El acto subversivo del vivir, la herida esencial :
“La herida
en el abrazo
el miedo
la contención
el beso en el miedo
la fuga, los regresos” .
La realidad es elusiva, abrumadora, apabullante, y hay que intentar descubrirla desde el misterio. La herida, nos coloca ante la realidad de un cuerpo dionisiaco, nietszcheano, con su plena carnalidad, su ardorosa sensualidad, su anhelo y embriaguez, pero, un cuerpo herido, escindido. (Alejandra Pizarnik)
El anochecer, la pérdida y su vacío, el duelo, el enigma, la ausencia, el amor y su coraje...
“Los hombres se van
como a pedazos
de a ruinas
de a despojos.”
(Fuentes)
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
"MELANGE"
Sedúceme con tus palabras dolidas,
muéstrame el abismo de los verbos
que empuñan armas y muerden
con dientes inicisivos la piel,
la herida.
Rompen, estallan en la boca,
encabalgan las imágenes, el silencio,
el eco y el grito en tus versos:
Miedo a vivir.
Y van cayendo uno a uno,
como hombres, como vidas excindidas,
extinguidas, erguidas en lo extinto
y en lo cierto,
las palabras...
ana