Dices: No puedo, y luego, puedes, dices: no quiero y luego, quieres, dices: no lo soporto, y no sólo lo soportas sino quete divierte.
Ahí estás, sin estar, ahí te empecinas e incluso medras como los hongos en la humedad. Y dices: no siento nada, y no sólo sientes, sufres, dices: no tengo por qué, y sí que lo tienes.
Y aguardas, viene, ahí está, la rosa de los vientos. y vuelve a irse.
Y dices: es la última, y aún vuelve, y le recibes con hambre de meses sabiendo que se irá, pero él vuelve, y se va, y vuelve...