rebuscaré entre los nombres de ciudades
descosiendo fronteras si es preciso, asediando castillos.
Morderé las tardes crujientes
frutas maduras que sangrarán almibar bajo mis dientes.
Un último rayo querrá colarse entre las rendijas
de las letras de tu nombre
y robarte sin que te des cuenta tu última palabra.
Sonará la nota perdida del instante en que tu perfume
se perdió en el aire.
Te buscaré en los mapas entonces
diré tu nombre en voz baja
diré tu nombre en voz baja
y sin que me de cuenta
habré llegado hasta la puerta de tu cadera,
y en silencio, temerosa de que el tiempo
haya cerrado sus puertas,
me acercaré al quicio de tu boca entreabierta
y te besaré.
ana
SCHLOSS KAMMER ON THE ATTERSEE
GUSTAV KLIMT