En el silencio de la noche se recuerda como nunca
la cicatriz y la herida, el dolor extraña aún
cuando se ha ido. Tendida sobre el costado
donde quedaron impresos tus dedos y
recibiendo el beso desconocido de unos labios negros.
Recuerda, recuerdo, el recodo, el hueco, la grieta
por la que escapabas de mi,
recuerdo tu nodo de indiferencia,
y cuánto costaba cada centímetro de distancia.
Pero camino en tu cuerpo a tientas, en la noche,
por tu espalda recta por su silenciosa senda
camino por el contorno de tus piernas a oscuras
hasta un sueño, en el que estoy perdida
y tu me encuentras,
y me encuentro,
pero todo está lejos de ser verdad.
;-)
ana