domingo, diciembre 21, 2008
MUESCA
¡Cómo la vida a veces
termina estrellándose
contra un muro!,
acaba estampada en ese paredón
pétreo y duro,
triste destino donde acaban muertos,
sin nacer,
proyectos, ilusiones,
igual que las balas disparadas
sobre los adustos paredones.
Tal vez al otro lado
el ruido de los disparos ni se oiga,
ciertos como la herida,
abiertos como el cielo.
Y allá, al otro lado,
los pájaros canten
la canción de la ingenuidad.
Puede que las piedras
allí adornen el musgo
con la certeza de saberse piedras.
Puede que al otro lado,
las golondrinas y los mares
adornen el último laberinto.
ana
"EVERYBODY HURTS"
(R.E.M.)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)