Calma. La mente en calma
Mis manos rompen en la costa de tu piel,
y bebo el aire cálido que asciende
desde el acantilado de tu mirada
encendida.
¿Lo ves?
ya no son necesarias las palabras
lustrosas de sinceridad,
otras como puñales quedaron clavadas entonces
y las heridas, al aire abiertas, aún escuecen
y nos apagan la carne.
Piedad.
Tú sabes, lo sabes, conoces esto,
el círculo sin final de este pasillo
que nos abraza y nos encierra
sin claros en este bosque
de miserias metálicas.
ana
Silence is cruel.../
When dreaming is not enough.../
What do we do, what do we say?...