y sin embargo el misterio y la pasión no dejan de perseguirme
por el borde de mis antojos se rozan, amantes
como la aurora y el silencio,
como los mirlos de la mañana y las hojas del limonero.
Atisbo un espacio intermedio que unifica
lo distante y desmedido
lo cercano y tibio.
Con asombro su mixtura hace que el papel se enoje
y en el berrinche se amontonen como despojos
los poemas desprendidos de sus hilos.
Estoy...
conspiro contra el ataque despiadado del tiempo
que en flagrante intención desgasta
mi coraje
y agranda la desvergüenza,
mientras las arrugas de mis uñas crecen
sin disimulo,
tras unos dedos que insomnes te buscan
y buscan...
en tus versos.
ana