¿Quién eres?, dime:
¿ qué buscas?,
¿qué esperas encontrar aquí?
Dejas tus diminutos dedos afilados
apoyados en el quicio de mi puerta,
no llamas,
solo esperas, miras, remiras...
y entretanto los días y sus noches
te sostienen viv@, rebosante de incógnitas
ungido de oscuros deseos
santificado de distancia
que separa este lado
del otro lado.
ana
Va por ti!