Recuerdas amor, la luz en el Arno?,
el resplandor en el cauce oscuro y su lento pasar?
Las piedras mojadas de luz, sus riveras cautelosas
y la imaginada Bice dominando la tarde de mayo,
¿recuerdas?
Sostenía la brisa el aroma perdido,
pero el aire al fin recuperaba
la donna angelicata desde el olvido
para nosotros, para acallar el quejido
que manaba de nuestros corazones a oscuras
en las puertas de aquella nueva vida
y aquel amor que nos elevaba.
ana