¿Crees acaso que desdicha y amor
se inventaron para caminar juntos,
o que la distancia se mide en palabras,
en días que nos faltan?
Crees que el aire cesa
y sales de la guarida de tus poemas
te aventuras en el bosque
del cuerpo a cuerpo
y te pierdes.
Muerdes el fruto silvestre
que te ofrece mi mano,
amarga nuez,
y te adormeces en mis brazos.
La noche se hace en silencio.
Yo, que me aprendo en ti,
me persigo por tus versos
mientras duermes,
me acurruco en tu calor,
en el hueco de cualquier pretexto.
Escribo palabras invisibles
índigo en tu piel.
Las tuyas, reactivo,
solución de calientes murmullos
extraen el mensaje
y me revelan también perdida:
me descubren,
escondida bajo el tenue gravitar
de este amor
que ya
sólo puede
dejarse morir.
ana
Ludovico Einaudi, "In un'altra vita"