No los tengo todos, quizá una pequeña selección que tuve que hacer de forma apresurada cuando me fui de casa con mis hijos. Allí quedaron todos los demás, y con cada uno de ellos un espacio mío que todavía no he recuperado.
Algún día me reuniré de nuevo con ellos: con aquellos que leí para las clases del instituto, con los que llevaba a cuestas para leer en los recreos, con aquellos en francés o inglés que me convenían, otros que me hacían volar por mi mundo de íntima adolescencia (aquella que se apartaba un poco de lo que se esperaba de mí), y muchos otros con los que perdí la noción del tiempo.
Aquí, en la que es ahora mi casa, mi hogar provisional, algunos de ellos que tuvieron la fortuna de ser elegidos de entre todos, aquí los escogidos (poesía y pintura de forma protagonista) me acompañan recordándome que existí en otro tiempo, que fui alguien diferente más allá de los últimos años, que fui yo, incluso yo, que fui, que estuve, que fui capaz y que fui Ana.
..."Ana, ¿dónde será la batalla
próxima en que perdamos
la guerra contra la soledad? "...