España camisa blanca de mi esperanza,
la pena negra nos atenaza,
la pena deja plomo en las alas.
Quisiera poner el hombro y pongo palabras
que casi siempre acaban en nada
cuando se enfrentan al ancho mar.
Hace tan sólo unos días, la pena nos volvió a dejar plomo. Las alas de alguien se pleagaron para no volver volar. Nunca más podrá seguir poniendo su hombro,
ni palabras. El plomo de unas balas se lo impedirá.
ana.