Estoy cansada...
domingo, mayo 06, 2012
INMORTAL
Canto del destino de Hiperión
Vagáis arriba en la luz,
en blando suelo, ¡genios felices!
brisas de Dios, radiantes,
suaves os rozan
como los dedos de la artista
las cuerdas santas.
Sin sino, como infantes
que duermen, respiran los dioses;
resplandecen
en casto capullo guardados
sus espíritus
eternamente.
Y en sus ojos beatos
brilla tranquilo
fulgor perpetuo.
Mas no nos es dado
en sitio alguno posar.
Vacilan y caen
los hombres sufrientes,
ciegos, de una
hora en la otra,
como aguas de roca
en roca lanzados,
eternamente, hacia lo incierto.
Friedrich Hölderlin
B.S.O. Película "L'immortel" ("22 Bullets"), Richard Berry.
Hay una voz que me empuja también,
salvajemente,
que de mi tortura hace un milagro
hay, si quieres, un brutal latido que me mueve
internamente,
que de tus poemas construye un universo vivo
donde tus astros y los míos se revuelven
continuamente,
que me empuja, sí, y hasta me atrae con su fuerza
magnéticamente,
y hay noches...
que me vuelvo una estrella desprendida
de tu bóveda celeste;
lo quieras o no.
ana
Hasta la próxima.
martes, mayo 01, 2012
GETTING OLDER
Qué triste e involuntario este ayuno de amor,
esta ternura solemne encubierta
estos asaltos de pasión estéril!
Recompongo el abismo que surge en esta distancia
conjugo el amor en primera persona,
digo entonces:
- yo te quiero.
Los pedacitos de cariño que se van dejando sueltos
no llenan esta deshabitada mirada,
esta oscura, cerrada
y circular metáfora.
Llena el fantasma sus espaciosos rincones, sin ojos,
abriendo y cerrando puertas interiores que nadie ve
que sólo tú sientes y padeces.
Tú...
...Y yo.
Ríe su boca desdibujada y muestra sus azulados dientes
mientras mis dedos intentan florecer en los tuyos.
Alarga sus manos hasta tus brazos y se lleva
el calor de tu cuerpo tibio,
mata las flores de mi esperanza,
que aún no han nacido.
Todo acaba.
ana
esta ternura solemne encubierta
estos asaltos de pasión estéril!
Recompongo el abismo que surge en esta distancia
conjugo el amor en primera persona,
digo entonces:
- yo te quiero.
Los pedacitos de cariño que se van dejando sueltos
no llenan esta deshabitada mirada,
esta oscura, cerrada
y circular metáfora.
Llena el fantasma sus espaciosos rincones, sin ojos,
abriendo y cerrando puertas interiores que nadie ve
que sólo tú sientes y padeces.
Tú...
...Y yo.
Ríe su boca desdibujada y muestra sus azulados dientes
mientras mis dedos intentan florecer en los tuyos.
Alarga sus manos hasta tus brazos y se lleva
el calor de tu cuerpo tibio,
mata las flores de mi esperanza,
que aún no han nacido.
Todo acaba.
ana
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