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viernes, enero 29, 2010

EN EL CAMINO


Aquí entre el miedo y la ternura
aquí en el beso: miedo en el beso
beso en el miedo y
un poco más lejos,
lo que nunca llegaré a ser.
Cerca,
lo que toco,
cerca tú.

Lo que sueño, lejano y difuso,
se escapa por las rendijas del deseo
asoma su cabecita como un cachorro.
Los astros desvaneciéndose,
el firmamento y su negrura infinita
se hacen nudos en mi pelo.
La tierra, la herida que cierra
que enquista el no haber sabido
volver sobre tanto y tanto a tiempo...
sangrar tanto escombro,
esperando el poema, su saber
paulatino,
iluminando,
lento.

Hay en ese miedo un cosmos obscuro,
memoria desperdigada e incompleta
que no sirve apenas,
que espanta.
Hay libélulas sin rostro,
manos atadas en abrazos sin hombros
mostrando el camino.

Hay besos sin ojos, besos ciegos
pero necesarios, en bocas mudas
pero elevadas en su silencio
que se abren para el impulso y el salto
del sentimiento extremo.
Hay en esa obscuridad una luz menuda
que llega muy adentro y llena
que agrupa y ordena
y luego, por fin,
hay calma.

ana

miércoles, enero 27, 2010

SED DE MITOS

[...]Si oídas melodías son dulces, más lo son las no oídas;
sonad por eso, tiernas zampoñas,
no para los sentidos, sino más exquisitas,
tocad para el espíritu canciones silenciosas. [...]
Poema "A una urna griega" John Keats
Versión de Julio Cortázar


No florece ya la rosa silvestre en sus poemas
una tierra baldía, de arbustos secos,
llena la tierra de soles sin cima,
sin lilas, abriles sin lluvia...
Quema el viento los laureles de su voz
antigua como Roma.
Apuntalados versos,
desordenadas ruinas de verdor ceñidas,
dispersas en la perdida inocencia.Crecían antes,
alrededor de los devastados muros,
hermosos e insoportables,
bellos como ángeles terribles.

Emergían de pronto
como una Atlántida antigua,
más allá de las Columnas de Hércules,
desde dentro del mar del alma,
como inmortales guardianes
de nuestras metamorfosis.

ana

jueves, enero 21, 2010

DE ALGÚN QUE OTRO SILENCIO

[...]Por eso, se curva un vuelo de ave que parece que se aproxima y nunca llega, en torno a lo que yo querría decir de ti, pero la materia de mis frases no sabe imitar a la substancia o del ruido de tus palabras o del rastro de tus miradas, o del color triste y vacío de la curva de los gestos que no has hecho nunca.
Apéndice
14.Nuestra Señora del Silencio (fragmento)
Fernando Pessoa "Libro del desasosiego"
TR.y ed.Ángel Crespo



Siempre pensé que vendrías
con un poema bajo el brazo,
con una sonrisa en la mirada
que llegarías, de pronto.
Hubo días en los que pensé incluso
que sabrías decir mi nombre al verme
y que escucharlo en tu voz
no me resultaría extraño,
que llegaría, sin más,
el día.

Por qué habría de sonar yo
en tu voz?

Por qué habría de sonar mi nombre
como suenan nuestros nombres
en las voces ajenas?

Podría ser que, incluso,
sonasen las doce
o pasara algún minuto de las diez,
y tu voz se curvase para abrazar mi nombre
y mi nombre se dejase llevar por tu voz
y ambos tarareasen la canción de los nombres
durante un rato.
ana


...You just have to let things flow and then you´ll see how good things come, I´ll give you reasons to believe, don´t you see you are not alone?...

Xoel, Deluxe

martes, enero 12, 2010

AFINIDAD

“La verdadera poesía se balancea, por tanto, en todos los límites de los lugares de la enunciación”.
J.A. García Román


Una afinidad esencial. "Esencial" es una palabra peligrosa...
sí, es una palabra peligrosa. Una afinidad. Una búsqueda en la obscuridad, un encuentro fortuíto en el espacio: la belleza como tema, la preocupación por la muerte, la belleza como problema, la desaparición en el otro, los límites del conocimiento como límites de la expresión. Una cárcel en la garganta, un barrote en el discurso, un sabor a hierro en el estómago, una herrumbre en el alma que encandena la palabra, a tus palabras


La categoría de sublime como objetivo a discutir (“Aún debes explicarme porque alternas tus tonterías con tus ‘sublimidades’ / Compréndeme. Es que, ¿sabes? cuando estás / a punto de decir, a las palabras que rodean la palabra / les entra la risa floja”, ("El fósforo astillado", p. 56). de Juan Andrés García Román, premio de poesía Hermanos Argensola 2008


El agua tiene un dialecto que se oye en los muelles, se oye su sistema onomatopéyico, que choca contra barcos anclados, contra los metales del fondo de la obra. El mar sufre solo, como un vasto preso.


A María se le fuga en la voz...


...Y tú, callas,
en tu valiente osadía...confluyes y huyes
te entregas en el silencio, elocuente
en tu discurso de melancolía ,
en tu ciclo marino de excesos, tumultos
y desiertos.
ana