Imagen de la cabecera del blog: cuadro de la autora

lunes, abril 29, 2013

CONTEMPLACION

La primavera se apresura entre el ritmo invernal, decidida, sin ser oída siquiera, sin rémora pero a solas como siempre. Aun perdura la escarcha en sus párpados de seda blanca, cuando tímidamente entreabre sus ojos fríos. Suenan unas campanas en esta mañana de Abril, suenan huecas y desamparadas, secas. Son ecos de pueblo pequeño adormecido entre los olivares y las llanuras.
Un rayo delicado, de luz inmediata y definitiva derrama su claridad sobre las cosas de siempre y hace que aparezcan nuevas, sorprendentes. La brisa del mar, tan cerca! Huele el aire a melodía de silencio, el campo a verde quietud sin tiempo, el trino de la soledad agita sus alas pequeñas. Estoy sola, como lo está el campanario, quieta como las piedras, silenciosa como los campos. Se acumula el peso del placer en mis párpados cerrados, sostengo la melodía, aspiro el aire de las encinas iluminadas. Soy feliz. Adentro todo es oro y trigo verde esperando el murmullo de la brisa y la tarde avecinada. Bajo las manos, esta tierra caliente fue mecida en otras manos hoy ausentes.
Abril 2013
ana


domingo, abril 21, 2013

DE CORONAS Y HERIDAS



...
Este es el día en que yo reino, triste,
está es la noche que me echó de hinojos;
y rezo: que algún día mi corona
pueda alzar de mi frente.

De su sorda opresión he de ser siervo:
¿no puedo, en recompensa, ni una vez
contemplar, cara a cara. sus azules
turquesas, sus brillantes y rubíes?

¿Quizá murió hace mucho el resplandor
de las piedras: quizá me lo robó
mi huésped, el pesar: quizá no había
piedras en la corona que me dieron?...
Poesías Juveniles
Rainer M.Rilke



Una noche sonó la pesadumbre
 y presentí la música estelar tras las piedras,
 me abandoné al silencio
 escuché las notas del latir interno
 en la infinita soledad que emana de los rasguños,
 en la negra sangre con que se mancha el rostro.
 Esta enfermedad se sufre casi siempre con la piel marchita
 con los párpados casi cerrados
 con las manos manchadas de nostalgia.
 La noche suele entonces triturar la vida,
 devorarla
 con su balanceo sinuoso en el que esconde su tortura.
 Se complace incluso con nuestro desvelo,
 nos zarandea a gusto.
 Se nos hielan los dedos del amor
 porque las manos no se movieron a tiempo
 y temblamos con el frío de tanto raso
 bajo nuestras nucas acomodadas.
 Aún así, seguimos postrándonos de hinojos
 ante cualquier haz de luz que penetre en nuestras vidas,
 y nos volvemos adolescentes al galope,
 desbocados.
 ana

martes, abril 16, 2013

TENTAR A LA SUERTE

He escuchado decir alguna vez:
Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede cumplir.

Esta tarde no dejaré escapar
ni un solo pedazo de esos que dejas caer
bajo el vuelo circular de tu viaje.
Sola, retengo todos y cada uno de los atrevimientos,
los cristalitos plateados
que fuiste dejando en la orilla para mí.

 Tuve suerte de que estuvieras por aquí.
 Comprendo ahora el silencio a veces,
 tu acera sin flores, tu camino sin huellas.
 Tengo piedad como dices,
 tan solo tiento a la suerte cuando leo bajito tu nombre y me digo:
 - qué demonios!
 cuánto te quise!
 ana