Imagen de la cabecera del blog: cuadro de la autora

viernes, abril 25, 2008

MAREA

BAJAMAR

Bajamar que reverdeces en la costa los cantos
y las rocas haces resplandecer,
enjoyadas de cristales salitreos,
qué negrura de fiesta nos concedes.

Arena desnuda sin pudor alguno
de belleza intacta, antigua escultura
modelada siembra de conchas y piedras,
qué oloroso engaño tu intemporal ornamenta.




PLEAMAR

Ven, cúbrelo todo, Lantarón [1] , tus manos están
saciadas de siglos.
Tus brazos abarcando los espacios siempre tuyos
como un dios abarca su templo.
Tus poderosas garras arañan los inviernos
con temporales astutos, congojas que acaso
prometen volver.

Celoso del hombre que te reta y te tienta,
te bates en duelo, borrascosa fiera.
Cándidos nosotros, nos curamos las heridas
y acudimos una vez más a tu fiesta.


ana

[1] Lantarón
Es el Neptuno cántabro, el rey del mar que baña las costas de Cantabria. Su forma es parecida a la humana, pero sus pies son enormes, con los dedos unidos por una membrana. Tiene el cuerpo robusto y musculoso, la piel oscura, verdinegra como las algas y muy brillante, y unas manos fornidas y nudosas. La cabeza es ovalada, con dos ojos enormes y saltones.
Lantarón suele acercarse a tierra cuando la marea está baja y se queda inmóvil en un saliente de las rocas contemplando el vaivén de las olas. Sólo se alimenta de pulpos, a los que arranca del fondo con sus recias manos y se los come lentamente mientras sus ojos contemplan la amplitud de su reino.
Lleva en la mano una recia vara de saúco, árbol sagrado de cuyas bolitas negras, mezcladas con leche de sirena hace un brebaje que por la noche le hace fluorescente y le otorga sus poderes sobrenaturales.